La palabra dúnamis significa poder o fuerza, habilidad o poder inherente, poder que reside en algo o alguien por virtud de su naturaleza, o poder manifestado por una persona o cosa para hacer milagros. De allí también proviene el término dinamita.
Todas las personas hemos sido equipadas con ese poder. Algunas lo usan hacia afuera impactando, demoliendo las cosas viejas para hacer algo nuevo, haciendo cambiando el estado de ánimo de las personas, sacudiéndolas de la apatía y el desgano para conectarlas con sus sueños y propósitos.
Otras personas lo usan para hacerse daño a sí mismas. Se convierten en hipocondríacas, inventándose, creyéndose y buscándose todo tipo de enfermedades, culpándose y culpando a otros de su infelicidad, siendo insaciables consumiendo tratando de llenar su vacío con alcohol, tabaco, comida y otros vicios, o tratando de acallar la alarma interior que le avisa que pronto debe reconectarse con el propósito de vida para el que fue creado. Este tipo de personas han renunciado a sí mismas haciendo trabajos que le fastidian, convirténdose en autómatas, repitiendo su esquema rutinario día tras día, cada vez mas inseguras y paranoicas, y encima encuentran en los noticieros de radios y tv los argumentos necesarios para encerrarse en el rol de víctimas vulnerables de las injusticias del mundo para no ser responsables de su propio destino. Andan arrastrando sus pies por la vida, con mirada y respiración cansina. Esa actitud se puede cambiar ahora mismo al, al instante. Un encuentro cara a cara con Cristo activa la dinamita, el poder que hay en cada uno. La mecha de nuestra dinamita interior se activa mirando al cielo, levantando las manos en señal de victoria, que es el mismo gesto de adoración al Rey de reyes y Señor de señores. Una dinamita se compone de dos partes. Una de ellas es la nitroglicerina, tiene como características que es inestable y explosiva. Así como el hombre inmaduro y sin propósito. La otra parte que compone a la dinamita es la diatomita, que provee la estabilidad y permite determinar el momento en que debe ser usada la explosión de esa dinamita. Esta parte representa al Espíritu Santo en el hombre. Le provee el equilibrio, la paz, la paciencia, la mansedumbre, el carácter con dominio propio, la emoción educada, alejada de la emoción salvaje y primitiva de los animales.
Activá el poder de Dios en tu vida hoy. Ponele un sonido de marcha triunfal a tus oídos. Hay mucha belleza alrededor. Aventuras y desafíos para ser tomados desde una actitud protagonista. Hace falta una pizca de locura para encender la mecha. Abandoná ese rezo monótono, vacío y monocorde y empezá a reclamar que Jesús se haga visible, palpable en tu vida, que sea el capitán de tu barco atravesando mares y tormentas en busca de territorios para conocer y habitar. El venció y nos dió este mundo como herencia para disfrutarlo.
La coordenada del día es
"...pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra..." (Libro de Hechos 1:8)
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