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Mostrando entradas de agosto, 2016

La comida para el alma

Un alma bien nutrida puede dar, alentar, bendecir y perdonar. Un alma desnutrida no puede dar, sólo sabe quejarse y hablar mal de otros. El alma se nutre cuando tiene intimidad con Dios. Vivimos la generación caprichosa que hace respiración, se fuma inciensos, gasta y hace terapias para "sentirse bien". Uno se puede sentir bien recién cuando sirve a otros. Fuimos diseñados para eso. ÉL mismo vino no para ser servido sino para servir. En definitiva, si no te sentís bien, es porque no servís. Quien lleva su vida tratando de cuidar su integridad, haciendo las cosas con rectitud y justicia, si de pronto se encuentra enojado o envidiando la supuesta prosperidad y tranquilidad de los tramposos, es solamente porque su ánimo ha decaído y su alma necesita estar más apegada a Dios.  La falta de Dios genera eso: desánimo, envidia, enojo, baja estima y hasta conducir al temor de perder cosas materiales y la enfermedad. La oración junto con la palabra meditada en qu

Autoayuda? No, gracias. Voy a la fuente directamente

Una computadora portátil o un teléfono van perdiendo energía y no pueden recargarse a sí mismos. Tampoco pueden alimentarse de otros dispositivos.  También las personas funcionamos así. No podemos realimentarnos a nosotros mismos. Necesitamos conectarnos a la fuente.  No podemos avanzar si nos nutrimos de nuestra propia sabiduría. No podemos fortalecernos si pretendemos tomar de lo que queda de nuestras fuerzas. Es absurdo! A través de la oración y de la meditación diaria de la palabra somos reactivados y empoderados. Así que no es con auto-ayuda que podremos avanzar con felicidad, sino con la ayuda del dueño de la fuente de poder.