Cuando emprendemos en el viaje de nuestra vida, partiendo desde una identidad clara hacia el descubrimiento y conquista de nuestro propósito, no podemos dejar de cargar en nuestras maletas las 7 vitaminas para la mente, el alma y el espíritu que nos van a mantener constantes y enfocados: 1) Visión : refrescar diariamente ese sueño que nos impulsó, visualizándolo con cada vez más detalles, colores, olores y sonidos. Recordar por qué me emocionó tanto cuando lo visualicé por primera vez. Sentirse como si se estuviera en el punto de llegada. Como sería la vida en ese estado. A qué cosas tendría que decirle un SI o un NO más firme. 2) Fe : llamar a las cosas que no son como si fueran. Empujar los límites más allá del cálculo, lo normal y lo probable. 3) Paciencia : renunciar a la gratificación inmediata genera intereses para recoger más riqueza a largo plazo. La paciencia da lugar al discernimiento, que a su vez permite encontrar soluciones creativas, algunas de cuarta
A mis hijos y generaciones venideras, el legado más importante: que Cristo sea su fundamento, para que sus mentes se renueven y no se amolden al mundo