Son las 6:20 de la una mañana cálida y húmeda de septiembre. Un par de nubes grises y un par de gotas no lograrán intimidar mi sesión. El talón y las pantorrillas me hacen sentir los 42 años. Selecciono el tema que pone la banda de sonido a mi sesión de hoy. Elongando en el balcón noto coincidencia entre la vista de las casas y la voz de Marco Barrientos que canta en mi auricular "Te bendigo mi ciudad".
Los primeros pasos de mi trote cansino desatan un fluir de pensamientos que no encuentro en otro momento jamás. Preguntas, preguntas, más preguntas. ¿Por qué nuestra mente humana está tan desaprovechada? ¿Por qué se dice que ocupamos sólo un porcentaje bajo de su capacidad total?
El mayor error en la caída de Adán que describe la biblia, está en haber sustituido el atributo de revelación, por el conocimiento mental. El intelecto tiene límites, restringe la imaginación y la creatividad, rechaza la fe, que es el medio que sintoniza y percibe lo sobrenatural.
La pobreza intelectual se asesora a sí misma por eso los cambios son mas lentos.
El mundo está bajo maldad, es evidente, por eso es hostil a las buenas noticias. Sólo con un determinado poder podemos movernos para establecer cambios. El poder es delegado siempre y cuando se esté bajo autoridad. Por eso me conviene siempre que esté en obediencia en la cadena de mando de Jesús. Pero el poder también expone a la carne, es un arma de doble filo. El poder es bien utilizado solamente en las personas de carácter. El problema humano es que la educación intelectual no forma el carácter, sólo lo prepara para hacer un trabajo. Sólo un encuentro personal con Cristo puede cambiar el carácter y transformar un corazón.
Gracias Espíritu Santo por acompañarme en esta mañana a trotar y por estas conversaciones tan lindas.
A tu disposición
E-Mail: francislenguaza@gmail.com
Twitter: @francislenguaza.com
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