Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2014

¿qué hacemos con los pronosticadores de tempestades?

Inevitable. Siempre estarán rondando los pronosticadores de tempestades. Van a tratar de sacudir nuestra fe y salpicar nuestra paz. Así de malos son los profetas del pánico que se esforzarán por tratar de hacernos convencer que la única salida es que explote todo por el aire y como en una partido de cartas, dar de nuevo para ver si nos toca mejor suerte. ¿Qué debe hacer el hombre empresa con los pronosticadores de tempestades? Nada, no se puede hacer nada por ellos. Ya se volvieron adictos a su propio veneno y todo lo que intentemos hacer para convencerlos que de dejen de inyectarse e inyectar a otros sólo los hará enojar mas. Pero por mí sí puedo hacer muchas cosas. 1) Permanecer en EL "Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.   Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él,

¿Quiénes no se alegran por un milagro?

(*) Todo hombre empresa debería conocer una historia que está escrita en la biblia, extraordinaria e impactante, en el libro de Juan capítulo 11 que cuenta que Jesús resucita a su amigo Lázaro que yacía ya desde hacía cuatro días en su tumba. La muerte es tan cotidiana como un nacimiento, pero nos desconcierta, nos shoquea. Es como que ya no hay nada más que hacer. Pero Jesús pone pata para arribas los paradigmas, los estruja y pisotea, para cambiar definitivamente las cosas. Yo mismo era uno de los que "ya no había mas que hacer". Sin remedio. Yo, como seguramente muchos otros, era un muerto pero con signos biológicos. Cuando conocí a Jesús, corrió la piedra que me tapaba, me sacó vendas que ataban mis manos y pies. Como en el caso de Lázaro, ¿a quien se le ocurre que esto no podría ser motivo de festejo unánime? ¿quién se podría alegrar por una muerte definitiva? ¿quién se podría enojar porque alguien es libre y vive?. Lamentablemente, la respuesta a estas preguntas

¿lo que estás haciendo actualmente trabaja para vos?

Hombre empresa:  "Si supieras que sin duda lo conseguirías ¿qué cosa harías el día de hoy?" "¿Qué te detiene?" Estas son algunas de las preguntas desafiantes estándar que debes esperar a oír de un coach. Y eso es bueno. No importa el entorno, ya sea la vida como entrenador, carrera, negocios o coaching ejecutivo, cuando escuchás estas preguntas podés sentir y ver nuevas opciones, se puede sentir que algo está a punto de cambiar en la forma en que vas a navegar a través de los hechos . Cuando te sumergís profundamente en estas cuestiones, en la quietud del silencio silenciado, se pueden ver los nuevos pensamientos que suben a la superficie. Podés mirar en ellos, podés sentir, incluso se puede escuchar de ellos, y sin duda podés experimentar ese nuevo sentido de auto-comprensión. Estos productos de nuestro pensamiento que provocan asociaciones son las que queremos explorar. Estereotipos, prejuicios y grandes supuestos se interponen en el camino ent

¿cómo saber si no estoy luchando contra Dios?

(*) El hombre empresa sabe que el mundo como sistema económico y sociocultural se basa fundamentalmente en el terror. Es como una bola inmensa que nos persigue y agobia, impidiendo la reflexión consciente de nuestras decisiones, empujándonos a hacer cosas mucho más pequeñas que el propósito original por el que fuimos diseñados, pensados y soñados por Dios. Todo objetivo mundano tiende a someter a nuestro verdadero valor como personas. Disponemos de esta vida en la tierra para desarrollar la mejor versión de nosotros mismos. Pero cuando nuestro trabajo, nuestras metas materiales, nuestra diversión y hasta nuestra propia familia se vuelve el propósito esencial de nuestra vida, podemos caer en la trampa de correr tras espejismos que se diluirán cuando los alcancemos. Tenemos el libre albedrío para elegir ejecutar o no el plan que Dios pensó para nosotros, pero no hacerlo equivale a estar luchando contra sus principios o contra él mismo. Algunas preguntas que podemos hacernos par

¿cómo mantener una visión expansiva?

Quien quiere ser sabio, pretende innovar e ir un poco más allá de la zona de confort y mediocridad, busca y alimenta hábitos para mantener una visión expansiva que le permita anticiparse a los cambios, trata de conocer el terreno a conquistar y coordina así la mejor estrategia para aprovechar al máximo sus recursos y tiempo. El sabio tiene una vida fructífera y efectiva. La revelación de una visión provee el "por qué" de una vida. La revelación es sólo para quienes tienen hambre y sed de Dios. Si lo que me motivara a buscar conocimiento de Dios no es el amor, entonces el conocimiento adquirido solo me guiará a la vanidad. La revelación que viene de parte de Dios es solamente coherente para avanzar de acuerdo a sus propósitos.  La sabiduría provee dirección, mientras que el conocimiento provee información. Jesús ganó una victoria total en la cruz permitiendo a quien quiera acceder al lugar santísimo. Hemos sido redimidos por su sangre para acceder a la presencia. Abrió

El diablo, Dios y la política

“La soberbia de creernos santos es la puerta por la que se cuela el diablo.” José Míguez Bonino Extraído de www.cordialmentepxg.com El objetivo del presente artículo es reflexionar sobre lo que es el progresivo interés de los evangélicos por la política. Al afirmar que ese interés fue progresivo, estamos dando por sentado que no siempre fue así y que, por algunas razones que es menester señalar, los evangélicos fueron poniendo en evidencia un creciente interés por esa temática en diversas etapas que aquí sintetizamos en tres. En primer lugar y, sobre todo en iglesias evangélicas de origen estadounidense o inglés, era común escuchar frases lapidarias como “la política es del diablo”. Si la política pertenece al enemigo, entonces, como hijos de Dios no tenemos nada que ver con ello. Es posible que ese tipo de rechazo a la política obedezca a erróneas lecturas de la Biblia, como es el caso del texto donde Jesús dice:  “mi reino no es de este mundo”  (Juan 18.36) que leído en form