Si espero que las cosas sucedan de acuerdo a mi propio criterio de justicia, entonces estaré en el horno. La vida no dará recompensas sólo porque yo crea que lo merezco, eso se llama EGO de chiquilín quejoso. La vida funciona por principios, leyes diseñadas por nuestro creador; cosecha y siembra. Aunque haga cosas con las mejores intenciones pero con la estrategia equivocada o violando leyes universales, la cosecha no va a a ser la esperada. Ya lo dijo el Maestro: "Por sus frutos los conoceréis" ¿cómo vas a saber que cosas hacer si no conocés el propósito por el que fuiste creado? ¿cómo vas a saber tu propósito si no sabés quién sos? Preguntale a Dios quién sos y para qué te creó. Bendecimos esta tierra, a sus habitantes, a los que entran, a los que salen. Declaramos frutos abundantes, prosperidad, acuerdos, propósito firme y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
A mis hijos y generaciones venideras, el legado más importante: que Cristo sea su fundamento, para que sus mentes se renueven y no se amolden al mundo