El modelo de equipo diseñado por Cristo es bien balanceado. Entre los principios que enseña se destaca la confianza. Rodearse de gente de confianza. Derivar tareas otorgando el crédito de la confianza. Un buen líder tiene mentalidad de siervo, está dispuesto y disponible para servir. Sabe reconocer los dones, talentos y habilidades para potenciarlos. Algunas personas son buenas para hablar y establecer relaciones, otras son atentas para el cuidado de distintas necesidades. El Espíritu Santo, si uno se lo permite, nos puede mostrar en qué somos buenos y cómo ser mas efectivos y fructíferos en esta vida. Y lo más importante: dónde están esas personas que están buscando conocer a Dios y dispuestos a seguir a Jesús. Nosotros nos dedicaremos entonces a servir a Dios por medio de la oración, y a anunciar el mensaje de salvación. (Hechos 6:4) Compartiendo la experiencia Lo que pienso es que muchas veces no quise derivar tareas por falta de confianza en otros y terminé siendo i
A mis hijos y generaciones venideras, el legado más importante: que Cristo sea su fundamento, para que sus mentes se renueven y no se amolden al mundo