Reclamamos el libre albedrío a los gritos, pero nos espantamos de las posibles consecuencias de nuestras elecciones. Si bien las influencias genéticas y del medio ambiente resultan muy poderosas, no nos controlan; NO SOMOS VÍCTIMAS. No somos el producto de nuestro pasado, sino de nuestras elecciones. Somos "responsables"; es decir capaces de responder, de elegir en forma independiente entre estados de ánimo y tendencias. La naturaleza se halla en total equilibrio. No es posible romperlo puesto que los seres humanos saben que la ley de causa y efecto equivale a la infalible e inexorable ley de la naturaleza...individuos y naciones no aprendieron aún que la misma ley funciona en la vida humana y en la sociedad como en la naturaleza: lo que se siembra, se cosecha. Esta es la verdadera alegría de la vida...ser utilizado para un propósito que se reconoce como importante...ser una fuerza de la naturaleza en lugar de un pequeño simplón egoísta y desasosegado por dolencias y a
A mis hijos y generaciones venideras, el legado más importante: que Cristo sea su fundamento, para que sus mentes se renueven y no se amolden al mundo