Para estar Entusiasmado, busca más de Dios
BY RICK WARREN — JANUARY 12, 2014
“Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.” Romanos 12:11-12 (NIV)
Para poder lograr tus metas, tienes que poder mantener tu entusiasmo durante todo el recorrido.
Ralph Waldo Emerson dijo, “Nunca lograrás nada grande sin entusiasmo”. Yo creo eso con todo mi corazón. Esa frase se ha hecho realidad en mi vida. Tienes que tener pasión, tienes que tener entusiasmo, o nunca llegarás a la meta.
La mayoría de las personas me considerarían una persona entusiasta, y lo soy. Pero no he sido entusiasta por una semana o un mes. Mi entusiasmo no ha disminuido en uno, cinco o diez años. He sido consistentemente entusiasta acerca de las metas que he fijado por más de 30 años.
¿Cómo poder hacer eso? ¿Cómo te mantienes entusiasta día a día a pesar de los obstáculos, dificultades, callejones sin salida, presiones y críticas? ¿Cómo ser entusiasta por más de 30 años?
Con pensamiento positivo no es suficiente. Basarte en tus fundamentos psicológicos no es suficiente. Sumergirte en optimismo no es suficiente.
La forma de mantener tu entusiasmo por el resto de tu vida lo encuentras en la palabra: “entusiasmo”. La palabra entusiasmo viene de la palabra griega “en theos”. “theos” es el vocablo griego para Dios. Así que “en theos” significa “en Dios”.
Cuando estás “en Dios”, estarás entusiasta. Y es el tipo de entusiasmo que no se afecta por la economía o el clima o tus circunstancias. Es eterno porque estás sujeto a un Dios eterno. Estás en Cristo.
Pablo nos dice cómo conseguir esto en Romanos 12:11-12. Él dice: “Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración” (NVI).
Si quieres cumplir tus propósitos este año, necesitas el poder de Dios para que te alegres en la esperanza, seas paciente en el sufrimiento y perseveres en la oración.
Haz esta oración hoy: “Querido Dios, no quiero pasar otro día sin tu presencia en mi vida, para que controles cada parte de mi corazón. Te ofrezco mi ser. Me dedico a ti. Por todo lo que has hecho por mí, me ofrezco como un sacrificio vivo en adoración espiritual
Humildemente admito que necesito ayuda. Quiero que me renueves mi mente. Ayúdame a pensar en la forma en que tú quieres. Por favor perdona mi orgullo. No quiero tener un concepto más alto de mí, del que debo. Mi fe necesita desarrollarse, y necesito tu ayuda para tener las metas que puedan ser alcanzables de tal forma que las pueda manejar. Perdona mis intentos de cambiar por mí mismo.
Quiero llenar mi vida con amor. Quiero que abundes en mi vida. Ayúdame a obtener ayuda en quienes me acompañan. Ayúdame a deleitarme en honrar a otras personas, a enfocarme en dar mi vida y dejar que tú te ocupes de mis necesidades. Quiero nutrir mi entusiasmo al estar en ti. Ayúdame a regocijarme en la esperanza, a estar paciente en la aflicción y a ser constante en la oración. Me entrego a ti. En tu nombre lo pido. Amén”.
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