Saulo tuvo una conversión extraordinaria y repentina. Tal como lo hizo conmigo, Jesús lo llevó a depender completamente de él, primero para poder aquietarlo, así hablarle y que entienda su propósito. He entendido que el mayor de los propósitos de un ser humano no tiene que ver con logros que busca el ego, sino ser usado con Dios para su obra eterna, que es el anuncio de la llegada y establecimiento de su reino. Cuando uno empieza a descubrir su propósito, para qué está aquí en la tierra, puede vivir una pasión ordenada y enfocada. Alguien que vive así no puede ser detenido por los problemas ni circunstancias. Ni siquiera los religiosos con sus murmuraciones, blanqueados por fuera y muertos por dentro. Ni los juicios imperfectos que hacen las personas con sus construcciones lingüísticas de fundamentos fallidos. Sólo lo que se construye desde la palabra de Dios sigue principios perfectos.
Dios conoce las raíces de las intenciones de cada persona. Lo que es el ser en esencia. Y sólo él puede confrontarnos con la maldad oculta, aún detrás de gestos de bondad. Dios conoce, Dios hecha luz y sólo Dios limpia.
Cuando este milagro sucede, empezamos a vislumbrar, vivir y reproducir el reino del cielo ahora aquí en la tierra. Primero en nosotros, luego en nuestras relaciones, en nuestra casa, barrio y ciudad.
En mi vida anterior, antes de conocer a Cristo resucitado y su palabra de vida y libertad, tuve amigos y enemigos. Con algunos separados por el rencor y el olvido. Luego, volví a ellos, a perdonar y a pedir perdón, a llevarle mi testimonio. Algunos creyeron, otros no. Si de algo me arrepiento es de haber sido tibio y complaciente, por no querer mostrarme radical en mi conversión. Sólo perdí el tiempo de esa manera. Un evangelio tibio es nada, sólo atrae los que deciden ser tibios, rebeldes e inconstantes. Uno radical atrae a quien está buscando una roca, un propósito definido.
La conversión no es intelectual. El debate intelectual sólo son opiniones y el ganador sólo es uno: autodestrucción.
Decido ser rotundo en la construcción de la integridad de mi ser. Quienes quieran ser así me buscarán y nos encontraremos. De esa manera seremos templo donde resida el Espíritu Santo desatando poder en la tierra
Hechos 9:20-31Traducción en lenguaje actual (TLA)
... y muy pronto empezó a ir a las sinagogas para anunciar a los judíos que Jesús era el Hijo de Dios. Todos los que lo oían, decían asombrados: «Pero si es el mismo que allá, en Jerusalén, perseguía y maltrataba a los seguidores de Jesús. Precisamente vino a Damasco a buscar más seguidores, para llevarlos atados ante los sacerdotes principales.»Y cada día Saulo hablaba con más poder del Espíritu Santo, y les probaba que Jesús era el Mesías. Sin embargo, los judíos que vivían en Damasco lo escuchaban, pero no entendían nada. Tiempo después, se pusieron de acuerdo para matarlo; pero Saulo se dio cuenta de ese plan. Supo que la entrada de la ciudad era vigilada de día y de noche, y que habían puesto hombres para matarlo. Así que, una noche, los seguidores de Jesús lo escondieron dentro de un canasto y lo bajaron por la muralla de la ciudad.
Sobre el autor: @francislenguazaFrancis Lenguaza, entusiasta del desarrollo personal contínuo, cuenta con más de 20 años de experiencia en gerenciamiento en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Casado con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús y aplican herramientas de coaching en la enseñanza de la palabra.
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