Un ángel habló a Felipe. Hay cuestiones cruciales que se harán notar por la presencia de ángeles o personas como ángeles. Estas cuestiones requieren señales muy claras.
Felipe debía acercarse a enseñar a un funcionario que probablemente tendría alta influencia en una nación. Un quiebre en la historia en la humanidad seguramente se estaría provocando, y vaya uno a saber hasta donde llegan las implicancias de la onda expansiva generada en ese cruce de vidas.
Cada uno debería saber que palabras utilizará asertivamente cuando se abra la puerta de la oportunidad de estar frente a un funcionario, jefe de estado, príncipe o rey. Pueden ser los minutos mejor utilizados en la historia o los peor malgastados.
Nosotros anunciamos el más impactante de los mensajes: la llegada del reino de los cielos a la tierra de la mano de Jesucristo, con la posibilidad de arrepentirse y ser parte de ese reino, que inexorablemente reconquistará todos los confines de la tierra. El cielo y la tierra tienen cancelada la separación por causa del pecado por medio del sacrificio de Cristo en la cruz y su resurrección.
Este reino es visible a los que nacieron de nuevo, se bautizan y reciben al Espíritu Santo a vivir en ellos. Esto es un milagro que no se puede entender con el intelecto, es discernimiento que viene por fe. El hombre natural, como todo animal, se guía por el olfato. El espiritual se guía por discernimiento.
Felipe tuvo que atravesar un desierto, obedeciendo a una señal sobrenatural, para encontrarse con el funcionario etíope, que estaba buscando conocer a Dios, y que no podía entender intelectualmente la escritura. Tuvo que ser ayudado para obtener revelación. La salvación y el bautismo es para todos, ricos, pobres, débiles o poderosos. Todos los seres humanos tienen en su interior una especie de alarma que no cesa de avisar que debemos resolver urgentemente el tema de la eternidad. Y esta alarma baja su intensidad y frecuencia solamente a medida que conocemos la escritura sagrada. La sabiduría celestial se oculta de los soberbios, orgullosos y altaneros, revelándose sólo a quien la busca de corazón.
Un corazón guiado por la escritura, meditada en oración, es atraído hacia Dios, mostrando cosas que los ojos no vieron y los oídos aún no oyeron.
Ver en la Biblia: Hechos 9, versos 20 al 31
Sobre el autor: @francislenguazaFrancis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en gerenciamiento en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Casado con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús y aplican herramientas de coaching en la enseñanza de la palabra. Para solicitar sesiones de coaching y conversaciones podés contactarnos en coachingyproposito@gmail.com
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