Cada persona nació como líder. El sistema cultural se encargó de sepultar bajo modelos de miedo y mentira la verdadera identidad y propósito del ser humano, lastimando la autoestima y distorsionando la visión. El verdadero liderazgo no es un cargo, un método o una técnica. Es una actitud, es la plena conciencia de que uno es portador de los atributos de la fuente de poder que es Dios.
El doctor Myles Munroe explica que la actitud es el condicionamiento mental que determina nuestra interpretación y nuestra respuesta al medio ambiente. Es nuestra forma de pensar. Es es resultado de la integración de nuestra auto-estima, auto-concepto, auto-valoración y el sentido de valor y significado de nuestra vida. En definitiva es la consideración de quien piensa uno que es. Vivimos nuestras actitudes y nuestras actitudes crean nuestras vidas.
Uno mismo de cierta manera puede elegir hasta su origen. Se puede tener actitud de príncipe diseñado por el perfecto creador, con aptitudes para señorear. O resignarse a considerarse el resultado del azar o el caos evolutivo, una especie de ameba sofisticada.
El liderazgo es la capacidad de influenciar a través de la inspiración, motivados por la pasión, generadas por una visión, producida por una convicción, y encendida por un propósito.
El espíritu de liderazgo es la esencia del espíritu humano. El hombre no tiene espíritu, ES un espíritu el cual es una extensión del espíritu de Dios.
Es por eso que el liderazgo es el auto-descubrimiento de nuestro espíritu, es decir de lo que somos lo que manifestamos.
El líder se convierte en líder sirviendo a otros, porque así se transforma en una persona buscada. El camino más corto al liderazgo es el servicio.
Peter Drucker enseña que el líder efectivo se asegura de ser él mismo el tipo de persona que seguir, respetar y creer. De esta forma se fortalece contra la tentación mas grande:hacer cosas que son populares, pero mezquinas, de baja calidad en vez de las cosas que son justas y correctas.
El poder es el uso apropiado de la energía. El verdadero líder que ha encontrado su naturaleza esencial usa su poder para crear cosas y mejorarlas, tal como lo hace Dios.
El creador usa su poder para producir lo que es bueno y el líder sabio que trasciende las generaciones hace lo mismo. Intenciones, palabras y acciones coherentes entre sí y sin contradicciones producen la columna de integridad del líder. En vez de convertirse en víctima, se puede gobernar el ambiente.
Para que la vida tenga sentido se debe buscar y descubrir el espíritu de liderazgo que tiene cada uno. De esa manera nos amamos y nos sentimos bien con nosotros mismos, equipándonos con una buena autoestima, dignidad y auto-confianza para poder ser de influencia y bendición al entorno. La autoestima que deriva del auto-descubrimiento nos libera de las evaluaciones de otros, para empezar a vernos como Dios nos ve: imagen y semejanza de El para gobernar y señorear en su nombre.
..."Y te pondrá el Señor a la cabeza y no a la cola, sólo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente;"...
Las palabras crean pensamientos, y los pensamientos crean acciones. Una acción tan simple como una declaración puede ser tan poderosa que llega a crear un mundo totalmente nuevo para nuestra vida. La mente, el cuerpo y las emociones pueden ser entrenadas desde la palabra. La más maravillosa de las libertades es poder elegir las palabras que modelen mi vida. Yo elijo ser entrenado por las palabras de Dios escritas en la Biblia.
Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús.
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