En el andar de la vida, la esperanza traza el camino y la fe hace recorrerlo. Son como un arquitecto y un ingeniero trabajando juntos y coordinados, co-dependientes. El arquitecto-esperanza diseña según principios en un libro de sueños, y el ingeniero-fe acciona, anda, hace visible el proyecto.
Este milagroso proceso sucede en cada persona, se inicia en una visión, un propósito revelado por Dios. De allí en adelante la misión de cada uno es creer alimentando esa visión con acciones, algunas muy pequeñas, como por ejemplo, escribir, dibujar, proyectar y planificar. Si no nos ponemos en marcha de inmediato con estas acciones, el sueño se ahogará entre los espinos del temor y las distracciones. La fe es una semilla que proviene desde la sobrenaturalidad. Alimentarla tiene sus grandes recompensas, dejarla morir tiene sus consecuencias. Porque la incredulidad es amiga del temor, y cuando uno atrae eso se apaga la vida. La incredulidad a Dios es rebeldía a sus principios, es cuestionar su poder, es dudar de su soberanía y autoridad. Debemos alimentar el fuego de nuestra fe con acciones y alentar a otros a que hagan lo mismo. Cada persona tiene la posibilidad de cancelar frustraciones y esterilidad arrastrada de generaciones anteriores y alimentar sus generaciones venideras con un universo nuevo sustentado en una visión que sea el inicio una era extraordinaria.
Cuando demos esos pasos creando una nueva realidad, el mundo natural seguramente se va a querer oponer, porque la mediocridad se ofende cuando queda en evidencia. La mediocridad usa disfraces de comodidad y status para mostrarse suficiente y satisfecha. Cada elección que hagamos hablarán a las otras personas.
Todo tiene un precio. Podemos elegir quedarnos en la zona de confort, entonces el precio será dejar de crecer, entonces empezar a decrecer hasta morir, predecibles, dejando como único testimonio del paso por este mundo una lápida de cementerio. O, dejar un legado a las generaciones futuras pagando el precio de vencer al temor, trabajando, siendo valiente, osado, fiel, obediente, perseverante, con actitud de reino, constante y firme, venciendo a las burlas y críticas.
No te permitas acomodarte a esta cultura. Levantate como lo que sos: creativo, feliz, distinto, un líder con autoridad que va trazando una senda. Miles están esperando que te expreses par seguirte. Hacé como Noé que marcó la diferencia, salvó a su familia y a las generaciones venideras.
Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe (Hebreos 11:7)
Las palabras crean pensamientos, y los pensamientos crean acciones. Una acción tan simple como una declaración puede ser tan poderosa que llega a crear un mundo totalmente nuevo para nuestra vida. La mente, el cuerpo y las emociones pueden ser entrenadas desde la palabra. La más maravillosa de las libertades es poder elegir las palabras que modelen mi vida. Yo elijo ser entrenado por las palabras de Dios escritas en la Biblia.
Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús.
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