Si querés seguir creciendo y soñando vas a
tener que estar sano con respecto a cada etapa de tu vida. No podés jugar un
buen partido con una uña encarnada. Vas a tener que eliminar de tu vida
conceptos limitantes como: “no pude esto”…”no tuve lo otro”…”no tuve padre”…”no
tuve plata”…no tuve casa”…etc.
Por ahí tuviste que saltar etapas (infancia,
adolescencia), si creés, Dios puede restaurar eso que te deprime o limita.
Entonces ¡¡a cerrar etapas y resucitar!
El pueblo de Dios, guiado por Abraham, tuvo esa
limitación de etapas pasadas no superadas. Desde que nacieron fueron esclavos,
tenían que trabajar desde la infancia y quedaron cautivos de esos pensamientos,
de esa mecánica implantada en sus mentes, por eso no fueron aptos para tomar
posesión de la tierra, para administrar riqueza.
A algunos nos pasa que no hemos quemado etapas
o nunca bajamos de una, como eternos adolescentes, con hábitos de adolescentes,
con responsabilidad de adolescentes.
Cuando hay resurrección hay fiesta. El primer
milagro de Jesús es en una fiesta. Convierte el agua en el mejor vino. Dice yo
voy a hacer que continúe la fiesta.
Infancia
“(Jesús) les dijo: Apartaos, porque la niña no
está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él” (Mateo 9:24)
La infancia es afectos, jugar y reír, y esas son las semillas que
deberían estar sembradas en esa etapa. Si no es así pedile a Dios que hoy mismo
restaure eso en vos y que quite cualquier rasgo de amargura, carencia o
tristeza. Arrancalo de tu corazón y plantá alegría.
Adolescencia
“y acercándose (Jesús), tocó el féretro; y los
que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate” (Lucas
7:14)
En la adolescencia buscamos relacionarnos,
queremos pertenecer, nos hacemos rolingas, cumbieros, populares, divinas.
Queremos ser aceptados. Y cuando nos rechazan hay dolor. Pedile a Dios que restaure la capacidad de
relacionarnos a través de una autoestima sanada. Sinó van a permanecer la
desconfianza y el temor al rehazo y la imposibilidad de construir relaciones
sólidas, amistades, sociedades, grupos.
Juventud
“Y habiendo dicho esto (Jesús), clamó a gran
voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los
pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle,
y dejarle ir”(Juan 11:43-44)
Los que soñábamos fue matado por la “realidad”.
Dejamos de soñar con ser astronautas, corredor de autos o estrella de la
selección de fútbol. Dejamos de soñar para ponernos a trabajar, muchas veces en
cosas que no nos gustaban. Pedile a Dios que restaure tu capacidad de soñar, de
planear, de ir tras tus visiones. Que la supuesta realidad no te acorrale ni te
ahogue.
Adultez-vejez
“y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a
tierra, les dijeron: ¿porqué buscáis entre los muertos al que vive?”
(Lucas24:5)
Buscá la sabiduría para entender que viene lo
mejor, la resurrección mas gloriosa. Entrá en etapa de revelación, bendición
y preparación para tomar lo prometido.
Sin temores, libre, sin ataduras del pasado.
La vida es una asignación temporal, y nunca
olvides que tu identidad está en la eternidad y tu patria en el cielo
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