Vivir en fe, no es cómodo. Sucede como con los
trabajos mejor remunerados, solamente algunas personas están dispuestas a
hacerlo porque requiere esfuerzo, enfoque y dedicación. Quien busca las perlas
más preciosas es un buceador solitario que se sumerge en las aguas mas oscuras,
profundas, frías y peligrosas. El neurocirujano es sometido a la mas alta
exigencia en su preparación y luego en su trabajo toca sangre, tejidos, está
bajo tremenda presión todo el tiempo. El deportista de elite nunca está cómodo,
vive lesionado, dolorido, entrena aunque esté nevando, lloviendo o con 40
grados, lejos de su familia, con compañeros extranjeros, competitivos hasta hostiles.
En la comodidad no pasa nada, no hay riesgos,
no hay desafíos, no hay cambios, no hay evolución.
La religiosidad vende porque ofrece comodidad.
Un papel como certificado de bautismo dice que sos hijo de Dios, pero ¿servirá
para justificarte ante Dios ese papel como prueba de tu amor y fidelidad?
“Pero sin FE es imposible agradar a Dios;
porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay , y que es
galardonador de los que le buscan”(Hebreos 11:6)
“Que por FE conquistaron reinos, hicieron
justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos
impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron
fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros” (Hebreos 11:33-34)
Lo más precioso, lo más valioso, lo más buscado
suele estar lejos de los lugares habituales, cómodos y transitados. Cuesta
llegar a la cima de una montaña, al lago de un parque natural, al oro de una
mina. Hay que caminar mucho, tomar varios vehículos.
Te equivocás si tenés la imagen de un Jesús
complaciente con onda hippie tratando de agradar a todos con un mensaje de paz
y amor. Desde la contundencia de la verdad puso incómodo a muchos, los sacó de
escuadra, rompió moldes y paradigmas.
“Todo camino del hombre es recto en su propia
opinión; pero Jehová pesa los corazones” (Proverbios 21:2)
“El que aparta su oído para no oír la ley, su
oración también es abominable” (Proverbios 28:9)
La
comodidad es sutilmente miedo. Comodidad ante los cambios, ante la búsqueda de
lo extraordinario La timidez también es miedo, no nos deja relacionarnos,
mostrarnos, crecer en los negocios. El acostumbramiento es otra forma de miedo.
Un elefante en un circo desde pequeño acostumbrado a tener una pata atrapada en
una cadena, cuando es adulto no se atreve a tirar de una delgada cuerda. Malas
noticias: el miedo es ofensivo a Dios, es lo contrario a la FE. El miedo es no
creer, o creer que no se puede.
“Y todos
los varones de Israel que veían aquel hombre (Goliat) huían de su presencia, y
tenían gran temor” (1 de Samuel 17:24)
El miedo es
lo único que hace que no estemos mejor en cualquier área. Por miedo no nos
acercamos a la mujer más bella, por miedo no tenemos un mejor sueldo, por miedo
no hay mas gente salvada. El miedo es el centro de toda limitación.
Tenemos el desafío de evolucionar desde lo
natural hacia lo sobrenatural y espiritual. Sino quedaremos atascados en el mundo material. Pero para esa
evolución deberemos esforzarnos, prepararnos, expandir nuestra mente y
predisposición sin dejar que lo palpable a nuestros sentidos nos distraiga de
esa evolución.
La senda ya está trazada con claridad, están
marcados los caminos en las escrituras. En la biblia tenemos el manual de
funcionamiento del universo y si nos perdimos, no entendemos o nos equivocamos,
Dios nos rescata con solo llamarlo y EL se fortalecerá en nuestras debilidades.
Ante nuestros desafíos demos un grito de guerra
como David en 1ra. De Samuel 17:46 “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te
venceré, y te cortaré la cabeza…”
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