Para pensar
¿alguna vez te opusiste a algo que Dios te lo haya pedido directamente, a través de su palabra o de algún mentor?
1) ¿Cómo sé si me estoy rebelando en contra de Dios?
Por ejemplo cuando hago algo que está claramente prohibido por sus leyes y principios, en vez de hacer lo permitido o mandado por El.
También cuando se vive con tolerancia al pecado e independencia en las decisiones.
Las formas, los fuera de tiempo y las excusas suelen representar formas solapadas de rebeldía.
2) ¿Cuál sería un ejemplo de algo que Dios permite pero no le agrada?
Una cuestión de forma sería el tipo de hogar o trabajo que tengo. A veces el formar pareja o amistades cuando no es el tiempo. O en la manera de comprar (endeudándose) o ascender.
"Todo me es lícito, pero no todo me conviene".
Siempre, siempre es mejor con paciencia buscar el acuerdo de Dios, que quiere y ¡sabe! como prosperarnos.
3) ¿Cuáles son las órdenes específicas que comúnmente se desobedecen?
Diezmar, perdonar, fornicar y accionar en la gran comisión de ganar, bautizar, discipular y enviar.
4) ¿Y en cuanto a rebelarse contra autoridades delegadas?
No hacer el devocional, evadir impuestos, pasar semáforos en rojo, desobedecer a pastores y autoridades espirituales muchas veces diciendo que sí pero no hacerlo.
5) ¿Cuáles son las razones por las que una persona es rebelde?
- Duda: por no conocer y no confiar en la sabiduría superior de Dios.
- Orgullo: pensar "Yo sé más que Dios en esto". Esto surge también de una actitud vanidosa de superioridad por compararse con otros.
- Amargura: Malas experiencias del pasado que quizás hayan lastimado, al no perdonar produce desconfianza y actitudes a la defensiva.
- Ego: cuando el YO es un ídolo escondido en una fortaleza.
6) ¿Qué es el "Agag" de cada uno?
Agag representa aquellas cosas o personas que Dios no había mandado a soltarlas, a dejarlas, pero que las escondimos y reservamos porque a nuestros ojos pensamos que son buenas o al menos no tan malas.
7) Según el salmo 107 versículos 107 al 20 ¿Cuáles son las consecuencias de la rebeldía?
Aflicción, enfermedad y angustia.
Texto analizado: 1 Samuel 15:1-35 (RVC)
Saúl desobedece y es desechado
Tiempo después, Samuel le dijo a Saúl:«El Señor me ha enviado a ungirte como rey de Israel, su pueblo. Por lo tanto, debes prestar atención a lo que el Señor te ordene. 2 Así ha dicho el Señor de los ejércitos: “Voy a castigar a Amalec por el mal que les hizo a los israelitas cuando los atacó al salir de Egipto, y les impidió que siguieran su camino.” 3 Así que ve y mata a los amalecitas; destruye todo lo que tienen. No les tengas compasión a sus hombres ni a sus mujeres, y ni siquiera a sus niños de pecho; ni a sus vacas, ovejas, camellos y asnos.»4 Saúl ordenó que el pueblo se reuniera, y en Telayín les pasó revista. Eran doscientos mil soldados de infantería, y diez mil hombres de Judá.5 Luego fue a la ciudad de Amalec, y puso una emboscada en el valle;6 pero antes de la batalla mandó que les dijeran a los quenitas:«Ustedes fueron compasivos con los israelitas cuando ellos venían de Egipto, así que apártense de los amalecitas. Huyan, para que no los destruya a ustedes lo mismo que a ellos.»Y los quenitas salieron de la ciudad de los amalecitas. 7 Entonces Saúl lanzó todo su ejército sobre los amalecitas, y los derrotó; los persiguió desde Javilá hasta Shur, al oriente de Egipto, 8 y mató a filo de espada a todo el pueblo, aunque dejó con vida a Agag, el rey de Amalec.9 Además de perdonar a Agag, Saúl y su gente también se quedaron con lo mejor de sus animales: ovejas, toros, becerros engordados y carneros; lo de poco valor lo destruyeron.10 Pero el Señor le dijo a Samuel:11 «Estoy muy disgustado por haber hecho rey de Israel a Saúl, pues se ha apartado de mí y no ha cumplido con lo que le ordené hacer.»Cuando Samuel oyó esto, se llenó de pesar, y toda esa noche le estuvo rogando al Señor por Saúl. 12 Al amanecer, se levantó y fue a buscar a Saúl, y le avisaron que había estado en Carmel, donde había levantado un monumento, pero que había regresado a Gilgal. 13 Cuando Samuel llegó a donde estaba Saúl, éste le dijo:«¡Que el Señor te bendiga! Ya cumplí con lo que el Señor me ordenó hacer.»14 Pero Samuel le respondió:«Entonces, ¿qué son esos balidos de ovejas, y esos bramidos de vacas que llegan a mis oídos?»15 Y Saúl le respondió:«Esos animales fueron traídos de Amalec. El pueblo dejó con vida a las mejores ovejas y vacas, para sacrificarlas al Señor tu Dios Todo lo demás fue destruido.»16 Pero Samuel le dijo:«Escucha bien lo que el Señor me dijo durante la noche.»Y Saúl le respondió:«Te escucho.»17 Samuel añadió:«¿No es verdad que tú mismo te considerabas alguien insignificante? ¿Y no es verdad que el Señor te ha hecho jefe de las tribus de Israel, y te ha consagrado como su rey? 18 El Señor te dio una misión, cuando te dijo: “Ve y destruye por completo a los amalecitas. Combátelos, hasta acabar con todos ellos.” 19 Entonces, ¿por qué no has obedecido lo que te ordenó el Señor, sino que has traído contigo lo que le quitaste a tus enemigos? A los ojos del Señor, has hecho mal.»20 Pero Saúl le respondió:«Yo cumplí con lo que me ordenó el Señor. Destruí a los amalecitas, y como prueba he traído a Agag, su rey. 21 Fue el pueblo quien tomó lo mejor de las ovejas y vacas, lo que debió haber sido destruido primero, para ofrecer sacrificios al Señor tu Dios en Gilgal.»22 Samuel le contestó:«¿Y crees que al Señor le gustan tus holocaustos y ofrendas más que la obediencia a sus palabras? Entiende que obedecer al Señor es mejor que ofrecerle sacrificios, y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros. 23 Ser rebelde es lo mismo que practicar la adivinación, y ser obstinado es lo mismo que ser idólatra. Puesto que tú no tomaste en cuenta lo que el Señor te ordenó, tampoco él te toma en cuenta como rey de Israel.»24 Entonces Saúl le respondió a Samuel:«Reconozco mi pecado. He faltado al mandamiento del Señor y a tus palabras. Y es que tuve miedo del pueblo, y cedí ante sus exigencias. Yo te ruego que me perdones mi pecado, 25 y que me acompañes a adorar al Señor.»26 Pero Samuel le contestó:«No te voy a acompañar a ninguna parte. Puesto que tú no tomaste en cuenta las palabras del Señor, tampoco él te toma en cuenta como rey de Israel.»27 Y Samuel se dispuso a retirarse, pero Saúl lo agarró de la punta del manto para detenerlo, y el manto se desgarró. 28 Entonces Samuel le dijo:«Así como este manto ha quedado desgarrado, así el Señor te ha desgarrado del reino de Israel, y se lo ha entregado a alguien mejor que tú. 29 El Señor, que es la Gloria de Israel, no miente ni se arrepiente. El Señor no es un ser humano, para arrepentirse.»30 Y Saúl respondió:«Reconozco que he pecado. Por eso te ruego que me honres con tu presencia delante de los ancianos del pueblo, y delante de todos los israelitas, y me acompañes a adorar al Señor tu Dios.»31 Samuel accedió, y acompañó a Saúl para adorar al Señor. 32 Después de eso, dijo Samuel:«Que traigan a Agag, el rey de los amalecitas.»Y Agag se presentó ante Samuel. Iba tan alegre, que le dijo:«¡Qué bueno que ya acabó esta guerra!»33 Pero Samuel le respondió:«Tu espada mató a muchos israelitas, y sus mujeres se quedaron sin hijos; y así también tu madre se quedará sin su hijo.»Y allí mismo en Gilgal, ante el Señor, Samuel cortó en pedazos a Agag.34 Después de eso, Samuel regresó a Ramá, y Saúl se fue a su casa en Gabaa. 35 Y Samuel nunca más volvió a ver a Saúl, aunque lloraba por él. Y al Señor le pesó haber puesto a Saúl por rey de Israel.
Comentarios
Publicar un comentario