“El miedo a los hombres es una trampa, pero el que confía en el Señor estará protegido.” Proverbios 29:25 (DHH)
Si estás deseando controlar la ira en tu vida, debes basar tu identidad en Jesús, entendiendo que Él te ama incondicionalmente, que eres valioso y que Él tiene un propósito y un plan para tu vida.
Si estás edificando tu identidad en cualquier otra cosa, lucharás con la inseguridad toda la vida. Puedes construir tu identidad en tu trabajo, pero puedes perder el trabajo. Puedes construir tu identidad en la buena apariencia que tienes, pero podrías perder tu apariencia. Puedes construir tu identidad en la persona con la cual te has casado, pero él o ella van a morir. Puedes construir tu identidad en tu popularidad, pero no siempre vas a ser popular.
Si construyes tu identidad en cualquier otra cosa que puedes perder, vas a ser inseguro, y esa inseguridad es la raíz de tu ira. Hasta que no empieces a sentirte seguro de ti mismo, la gente estará “presionando tus botones” Cuando sepas lo qué eres y quién eres, la gente no puede “presionar tus botones”. La gente no puede hacerte poner fuera de control. La ira y la inseguridad van juntas. Cuanto más inseguro te sientas, mayor será tu ira.
La Biblia dice en Proverbios 29:25 “El miedo a los hombres es una trampa, pero el que confía en el Señor estará protegido” (DHH).
Cuando te enojas, tu boca revela lo que hay dentro de tu corazón. Una lengua áspera revela un corazón enojado. Una lengua negativa revela un corazón temeroso. Una lengua jactanciosa revela un corazón inseguro. Una lengua que habla sin detenerse revela un corazón inestable. Una lengua de juicio revela un corazón culpable. Una lengua que critica revela amargura en el corazón. Una lengua sucia revela un corazón impuro.
Por otra parte, una lengua que anima revela un corazón feliz, una lengua suave
revela un corazón amoroso y una lengua que se controla revela un corazón pacífico.
¿Sabes que necesitas deshacerte del problema de la ira? Necesitas un trasplante de corazón. Afortunadamente, Dios es especialista en trasplantes de corazón. ¡Y esto se llama Salvación! Dios te da un corazón nuevo y una nueva identidad. No tienes que encontrar tu identidad en el trabajo o en tu cuenta de banco o en tu apariencia o en tus relaciones, porque tu identidad está en lo que Dios dice de ti.
Jesús puede curar tres cosas que son las causantes de tu ira: dolor, frustración y miedo. Jesús puede curar tu corazón herido con su amor. Jesús puede remplazar tu corazón frustrado con paz. Jesús puede remplazar tu corazón inseguro con un corazón lleno de su fuerza y su amor.
Si levantas un bebe llorando y lo sostienes, el sentirá calor y seguridad, esta acción detendrá su llano. Esto calmará su enojo. Al igual, cuando te sientas seguro y aceptado en Jesucristo, tu ira se desaparecerá.
Tal vez necesitas hacer esta oración hoy: “Querido Dios, admito que tengo un problema con mi enojo. Permito que otras personas me saquen de mi control, y no pienso antes de hablar. Te pido que me ayudes. Ayúdame a reflexionar antes de reaccionar. Ayúdame a aprender a liberarme de mi ira apropiadamente. Quiero encontrar mi identidad en ti. Me rindo completamente a ti. Sálvame. Amen”
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