Fuiste hecho para dar frutos. Para tener resultados extraordinarios. En todas, y en cada de una de las áreas de tu vida. Si no estás creciendo, te estarás marchitando, muriendo. Y para poder crecer todo lo que puedas, en cada una de las partes en que se compone tu vida, en cada uno de los roles, vas a tener que tener el estándar más alto, y el mejor fundamento posible.
Si en nuestros principios está Dios, nuestros fundamentos serán sólidos, y sobrevivirán al paso del tiempo, las modas, el humor predominante y las circunstancias. Y si en nuestros estándares y objetivos está Dios, también la excelencia será extraordinaria y evolutiva.
De lo contrario, si en nuestras bases y objetivos hay otra cosa, será imperfecto, defectuoso o frágil.
Fuiste hecho para ser libre. Sin miedos, sin paradigmas, sin ataduras. Libre de la muerte, que es la raíz de todo temor. La vida en libertad es de continua celebración y recompensa. Y se volverá virtuosa y en crecimiento, cuando al conocer la verdad que nos hace libres, más lo recuerde, lo tenga presente y se lo enseñe a otros.
Y cada vez que ganes y conquistes si lo consagras a Dios, será multiplicado superabundantemente. Porque El es creador y dueño de todo, y nos dio recursos y talentos, no para guardarlos o esconderlos, sino para expandirnos y extendernos. A su imagen y semejanza fuimos hechos para dominar lo natural por medio de la sobrenaturalidad de su espíritu viviendo en nosotros sus hijos. No para someternos voluntariamente a lo natural o material. En nuestro ADN está la intención de gobernar y señorear en nombre de Dios.
Cuando creemos que SU propósito y su perfecta voluntad es el mejor camino que podemos seguir, la vida deja de ser apática y monótona y se convierte en una aventura de sorpresas, crecimiento y bendiciones. Su poder se convierte en entusiasmo y nuestro carácter se va siendo más estable manifestando cada vez más frecuentemente amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad y fidelidad.
Preguntas que abren preguntas
¿Cuál es el propósito de tu vida?
¿Para qué te levantas cada mañana?
¿Cuál es tu "combustible" y hacia donde vas?
Hasta pronto. No te deseo suerte. Te bendigo y deseo que tomes buenas decisiones.
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