Las herramientas tecnológicas han logrado que en los tiempos actuales casi cualquier profesional que se lo proponga pueda convertirse en su propia empresa. Con mínima inversión, planificación y alto coraje se puede incursionar en la vida de aventura del emprendedor. Sin jefes, tras los sueños propios, construyendo los equipos soñados. En general, al momento de decidir emprender, las principales barreras son temores disfrazados de excusas. Y el mayor de esos temores es el de salir a vender nuestros servicios. Este temor se derriba sólo con la primera venta, no hay curso, ni carrera, ni entrenamiento mas efectivo que la acción. La primera venta seguramente vendrá de alguien conocido, por lo tanto ahí ni siquiera hace falta una estructura de marketing costoso, ni folletos, ni catálogos. La mejor herramienta será la confianza, y esta se construye con el contacto.
En realidad los elementos necesarios para ponerse en marcha como hombre-empresa serían mas o menos: 1) Un teléfono profesional o comercial 2) Una dirección de e-mail 3) 200 tarjetas de negocio profesional 4) Una cuenta bancaria (para los depósitos y transferencias de clientes y para mantener separadas de las finanzas personales 5) Tiempo y energía en el desarrollo del marketing, planificación y búsqueda de clientes.
Y listo para largar. Hay miles de personas esperando una solución, un servicio o un producto que solamente vos podés llegar a brindarle. Tu conocimiento, experiencia y aptitudes de hacen un jugador de mucho valor en el mercado. Sólo tenés que descubrir el nicho de mercado adecuado.
Se puede ir de a poco, con pequeños pero constantes pasos, para desarrollar los hábitos del emprendedor autogestionado, así se va eliminado el temor a soltar el empleo tradicional. La vida pasa rápido. Al final del recorrido ¿habrás dado todo tu potencial o te lo llevarás al cementerio? Hay mucho esfuerzo para el que emprende (como en cualquier trabajo no?), pero también hay abundante recompensa:
Las palabras crean pensamientos, y los pensamientos crean acciones. Una acción tan simple como una declaración puede ser tan poderosa que llega a crear un mundo totalmente nuevo para nuestra vida. La mente, el cuerpo y las emociones pueden ser entrenadas desde la palabra. La más maravillosa de las libertades es poder elegir las palabras que modelen mi vida. Yo elijo ser entrenado por las palabras de Dios escritas en la Biblia.
Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús. Para solicitar sesiones de coaching y conversaciones podés contactarnos en coachingyproposito@gmail.com
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