El coaching ontológico provee maravillosas herramientas para regular las emociones y así disminuir el stress. A través de conversaciones de coaching se pueden obtener habilidades, distinciones y competencias para ser más resistentes y capaces en el día a día. En primer lugar aprendemos a tratar de dejar de perseguir la falacia del control del entorno. Cuando entendemos que las cosas que están fuera de nuestro círculo de influencia nos restan energías innecesariamente, aprendemos a soltar y así podemos enfocarnos en lo que es realmente importante para nuestras vidas. Quien quiera calidad de vida debe entender esto: no se puede vivir condicionado por el control. Sí creo en los principios de la planificación, la medición de avances y la flexibilidad creativa.
En segundo lugar aprendemos a identificar y nombrar las emociones. Es muy corriente no saber en realidad qué estamos sintiendo. Sentimos, pero no sabemos conscientemente qué sentimos. Debemos despejar la niebla, conocer con claridad el sentimiento para saber su origen y decidir que hacer con ello. Las emociones son como las pandillas: en grupo son amenazantes, pero cuando se las toma de a uno, son inofensivas.
Luego viene el cambio de perspectiva. De esta manera se abren infinitas posibilidades desde el replanteo de las situaciones. Así la mente pasa de "estado pensante" a "estado de paseo", aliviando el stress, conociendo opciones, estableciendo nuevos paradigmas, revisando juicios y considerando nuevas soluciones.
Ayuda muchísimo la toma de conciencia desde una actitud de amor y gratitud. Ver las cosas desde allí todas las veces que se pueda es lo que realmente alivia el stress, posibilita la creatividad, mejora la memoria y activa nuevos circuitos de pensamiento que aumentan la inteligencia emocional.
Las palabras crean pensamientos, y los pensamientos crean acciones. Una acción tan simple como una declaración puede ser tan poderosa que llega a crear un mundo totalmente nuevo para nosotros. La mente, el cuerpo y las emociones pueden ser entrenadas desde la palabra. La más maravillosa de las libertades es poder elegir las palabras que modelen mi vida. Yo elijo ser entrenado por palabras de Dios:
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada! (1º de Corintios 13)
Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús. Para solicitar sesiones de coaching y conversaciones podés contactarnos en coachingyproposito@gmail.com
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