El coaching provee a los equipos, a través de las dinámicas, de una excelente conexión entre el contenido y la asimilación del conocimiento para su inmediata aplicación y perdurabilidad en la memoria.
Es bueno que los responsables de la capacitación de los recursos humanos en los equipos conozcan que existe un modelo de referencia, resultado de investigaciones al respecto que dice que un 10% de lo que aprendemos viene de actividades específicas tales como cursos, talleres, seminarios, videos, lecturas y audios. Un 20% viene de las conversaciones, debates, intercambio de opiniones y experiencias, seguimiento mentoreado de la evolución del aprendizaje. Y un 70% proviene de la vivencia del aprendizaje, la mensura de objetivos, las prácticas, los juegos de rol y la experiencia en sí misma. Casi de inmediato, los asistentes a una capacitación empiezan a olvidar los contenidos en modo de información. En cambio si los participantes se involucran en actividades en las que pueden desarrollar lo aprendido, ese conocimiento perdurará por mucho mas tiempo.Un coach puede facilitar que el aprendizaje se pegue, y obviamente solo así la organización puede lograr un alto retorno en su inversión educativa. Aunque en todos los grupos hay un 20% de personas más dinámicas y proactivas que aprovechan todas las capacitaciones y se esmeran por memorizarlas y aprenderlas por mucho tiempo, pero en realidad la mayoría del resto no lo hace y resulta estéril el esfuerzo por la mejora. Jesús desarrolló un modelo de liderazgo extraordinario porque sus enseñanzas no se limitaban a la teoría o a la filosofía, sino que inmediatamente involucraba en la acción a sus discípulos. Dibujaba en tierra, untaba barro en los ojos de los ciegos, los invitaba a caminar por el agua o a navegar en alguna tormenta.
"Ese mismo día, cuando llegó la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: «Vamos al otro lado del lago.» Entonces dejaron a la gente y atravesaron el lago en una barca. Algunos fueron también en otras barcas. De pronto se desató una tormenta. El viento soplaba tan fuerte que las olas se metían en la barca, y ésta empezó a llenarse de agua. Entre tanto, Jesús se había quedado dormido en la parte de atrás de la barca, recostado sobre una almohada. Los discípulos lo despertaron y le gritaron:
—Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?
Jesús se levantó y ordenó al viento y al mar que se calmaran. Enseguida el viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
—¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí?
Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?» (Marcos 4:35 al 41)
Las palabras crean pensamientos, y los pensamientos crean acciones. Una acción tan simple como una declaración puede ser tan poderosa que llega a crear un mundo totalmente nuevo para nuestra vida. La mente, el cuerpo y las emociones pueden ser entrenadas desde la palabra. La más maravillosa de las libertades es poder elegir las palabras que modelen mi vida. Yo elijo ser entrenado por las palabras de Dios escritas en la Biblia.
Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y se desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús. Para solicitar sesiones de coaching y conversaciones podés contactarnos en coachingyproposito@gmail.com
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