Una computadora portátil o un teléfono van perdiendo energía y no pueden recargarse a sí mismos. Tampoco pueden alimentarse de otros dispositivos.
También las personas funcionamos así. No podemos realimentarnos a nosotros mismos. Necesitamos conectarnos a la fuente.
No podemos avanzar si nos nutrimos de nuestra propia sabiduría. No podemos fortalecernos si pretendemos tomar de lo que queda de nuestras fuerzas. Es absurdo!
A través de la oración y de la meditación diaria de la palabra somos reactivados y empoderados.
Así que no es con auto-ayuda que podremos avanzar con felicidad, sino con la ayuda del dueño de la fuente de poder.
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