EL SER
Tengo un amigo desde la infancia al que admiro en muchos aspectos pero en otras cuestiones me preocupa. Más que nada porque identifico en mí, en distintos niveles conductas parecidas.
Este amigo es un extraordinario trabajador, proactivo para proponer negocios, creativo para resolver problemas y multifacético en cuanto a habilidades para realizar muchos tipos de tareas.
Actualmente tiene más de 40 años, y obviamente ha acumulado bastante experiencia. Lee mucho, hace cursos, es respetuoso, prudente, sabio consejero y se relaciona muy bien con las personas.
Pero hay algo en lo que no ha podido romper aparentemente como limitación y es que no ha logrado independencia financiera, ni siquiera una calidad de vida a la altura de sus capacidades. Ni siquiera un resguardo que le permita vivir sin demasiadas tensiones económicas. Su aspecto ni su actitud reflejan éxito, sino mas bien seriedad que bordea con el pesimismo.
Ha tenido etapas de mucha prosperidad, pero las ha saboteado renunciando a ellas o reconstruyendo otros proyectos desde cero.
Meditando sobre ello con mi Maestro sobre este asunto le pregunto ¿Cómo se puede SER sano en la relación con el dinero y las riquezas? ¿cómo tener calidad de vida, ser próspero y productivo sin ser esclavo del dinero, el consumismo y la obsesión por el tener? ¿cómo ser genuino sin ser movido por intenciones ocultas de sólo sacar provecho económico pero a la ver ser equilibrado en dar, sin ceder más de lo que pueda, siendo mal negociante y desperdiciando los recursos con los que he sido bendecido para administrar responsablemente?
EL HACER
Alguno de los aprendizajes que he tenido al respecto tienen que ver con revisar la dinámica de relación con las personas. Amarlas genuinamente significa escucharlas tratando de ser capaz de poder proveerle amor en el lenguaje que perciben, y sólo si es necesario y posible con cosas materiales.
Entender que hemos sido creados para adminstrar responsablemente abundancia en este reino. Que podemos hacer uso de toda la riqueza pero es prestada, y devolverla mejorada y multiplicada. La riqueza no es un fin en sí mismo sino un instrumento para bendecir y para cosas buenas.
Para que sea armónica la prosperidad se deben seguir ciertos principios, de los cuales el primero es amar, ser agradecidos y confiados con el Creador y Dueño de todas las cosas visibles o invisibles; y el segundo replicar ese amor, gratitud y confianza en las personas de nuestro entorno como en nosotros mismos.
Tener esta mirada de la vida hace que atraigamos y nos conectemos con gente que busca cosas similares, alejando a los tóxicos y dañinos.
EL TENER
Al ser despojado de toda intención torcida, mi espíritu va a ser ayudado por el Espíritu de Sabiduría y Revelación, pudiendo así desarrollar al máximo mi ser, dando frutos abundantes con los dones con que toda persona está equipada. Estos dones son para dar y para conectarse con las otras personas, que tienen otros dones que me sirven y me ayudan en el cumplimiento de mi propósito de vida.
Hasta pronto. No te deseo suerte. Te bendigo y deseo que tomes buenas decisiones.
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