Las patotas como las jaurías se envalentonan y erigen en jueces y ejecutores de sentencias. Se arrogan el lugar de Dios mismo para juzgar. En el fondo son miedosos. Cuando se los enfrenta de a uno se orinan encima. No se animan a confrontar ni con sus propias miserias. La ley debe ser cumplida por todos. La sociedad en un proceso de evolución acordó abandonar la ley del mas fuerte y de la selva, dejar en manos de los estados el monopolio de la fuerza y la administración de justicia. Quien no entienda esto no está a la la altura de la civilización, o debería fundar otra nación con una constitución al estilo talibán. Las instituciones no son perfectas, son permanentemente perfectibles. La naciones que van hacia adelante apuestan al derecho y a los acuerdos, y superan sus crisis morales más allá de los caprichos personales de cada individuo.
"...y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra. Pero como insistían en preguntarle,Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.Pero al oír ellos esto, se fueron retirando uno a uno comenzando por los de mayor edad, y dejaron solo a Jesús y a la mujer que estaba en medio.Enderezándose Jesús, le dijo:Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella respondió: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más..."
(La Biblia. Libro de Juan capitulo 7)
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