¿Qué significa estar enfocado?

Te invito a conocer esta serie de preguntas diseñadas por el Dr. Myles Munroe, que contestadas y reflexionadas honestamente pueden dar una idea de cuán enfocados estamos en nuestra visión personal de vida o corporativa, para así poder realizar las correcciones necesarias a tiempo o confirmar nuestro buen paso.

Como hombre empresa...

¿En qué estoy usando mis energías? ¿En qué estoy poniendo mi corazón y mi alma? ¿Acaso es digno, basado en mi propósito?

• ¿Dónde estoy invirtiendo mi dinero? Tu visión te dicta dónde poner tus recursos. ¿Acaso estás  comprando cosas que son mucho más caras de lo que puedes aportar y que tú no necesitas? ¿Acaso estás tan hundido en deudas que no puedes canalizar tu dinero hacia la realización de la visión de tu corazón?

• ¿Qué clase de películas y de programas de televisión estoy viendo? Si tú sabes hacia dónde te diriges, tú vas a decidir y a elegir ver cosas que están relacionadas con tu visión debido a que tú quieres invertir ese tiempo en tu futuro.

• ¿Qué clase de libros estoy leyendo? ¿Acaso los libros que estás leyendo te están ayudando o te están atando? Por ejemplo, si todo 10 que estás leyendo son novelas románticas, tú estás viviendo en una fantasía y no en tu verdadero sueño. Tú podrías estar leyendo algo que te ayude en el conocimiento o en las habilidades que necesitas para realizar tu visión.

• ¿Qué clase de entretenimientos estoy buscando? Tú puedes escoger jugar juegos que te preparen para aquello para lo cual naciste.

• ¿Qué es lo que estoy metiendo en mi cuerpo? Hay gente talentosa y muy dotada que está muriendo prematuramente porque consistentemente ellos comen alimentos que no son buenos para ellos. Si tú quieres llegar hasta el final de tu visión, tú debes tomar cuidado de tu salud. Tu visión puede tardar veinte años en realizarse, y por lo tanto, tú necesitas empezar a comer correctamente y a tomar vitaminas desde ahora. Si tú descuidas tu salud, tú estarás más susceptibles a las enfermedades, y para el tiempo cuando tú estés a mitad del camino de tu visión, tú podrías estar demasiado enfermo como para terminarla (o tal vez ni estés aquí).

• ¿Qué es lo que estoy arriesgando? ¿Acaso tú estás abusando del alcohol, de las drogas o del sexo? Si es así, ellos muy fácilmente pueden ocasionar un corto circuito a tu visión. Por ejemplo, si tú eres una mujer joven que está siendo presionada a tener sexo antes del matrimonio, piensa cómo esto puede llegar a afectar el cumplimiento y la realización del sueño de tu vida. ¿Sería más fácil realizar tu meta si tú tuvieras un bebé fuera del matrimonio o si fueras infectado con una enfermedad que se transmite sexualmente? Si un hombre joven empieza a tocarte inapropiadamente, tú debes decirle, "Tú estás interfiriendo con mi futuro. Llévame a casa ahora mismo". Tú debes proteger tu visión.

• ¿Cuál es mi actitud hacia la vida? Si tú sabes hacia dónde te diriges, tú puedes mantener una actitud positiva. Cuando las cosas andan mal, tú puedes decir, "Esto está bien. Eso es sólo temporal. Yo sé dónde está mi verdadero destino". 

Pablo dijo que deberíamos disciplinar nuestros pensamientos para sólo pensar en aquello que nos edifique, "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio-en esto meditad" (Filipenses 4:8). Escoge vivir bien. Asóciate con gente e involúcrate en cosas que te conduzcan hacia tu sueño.

Sobre el autor: Francis Lenguaza cuenta con más de 20 años de experiencia en management en empresas líderes en los sectores de energía, telecomunicaciones, plásticos, retail, maquinarias y network marketing. Es coach ontológico y actualmente colabora con personas y equipos en la determinación de identidad, metas, propósito, plan de vida y negocios. Comprometido con Sonia Penayo, quien es Contadora Pública Nacional, con certificación de la International Coach Federation y de desempeña como analista en el sector banca y finanzas. Ambos aman y siguen el modelo de liderazgo de Jesús.