Hace un tiempo que estoy expectante esperando una manifestación visible en el mundo natural de un avivamiento de la iglesia de Cristo en la tierra.
Hoy, buscando una guía al respecto, en mi devocional, sentía que el Espíritu Santo me decía que hay un nuevo lenguaje para aprender. El lenguaje del cielo para hablar acá en la tierra. Un lenguaje de paz, de poder que sana y prospera.
Y que la iglesia estaba esperando una manifestación de una manera que "ya fue", las formas tipo "shock eléctrico", pataleos y de milagros sorpresivos, creativos y desconcertantes.
El diablo se aprovechó de eso y mantuvo distraída a la iglesia con esas manifestaciones, pero inofensiva, sin poder de transformación ni influencia, y principalmente sin recursos.
Una iglesia estancada con miembros empleados, temerosos de perder su trabajo, sus escasos ingresos y con mas temor por el jefe que de Dios. Esclavos de faraón sin libertad ni recursos para adorar. Con más fe en anti depresivos y medicamentos que en el poder sanador de la sangre de Cristo.
El nuevo avivamiento va a venir en forma de sabiduría financiera, y va a atraer poderosamente la riqueza para ser sembrada en el Reino y para una nueva redistribución de riqueza.
Como un tsunami, en un momento, los malos que acumularon ilegalmente se quedarán sin nada y pasará a manos de los hijos rectos e íntegros.
Por ahora, yo tomo esa promesa para mi familia y que la tome también todo aquel que cree.
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