¿Qué hace que 50 hombres, algunos de ellos grandes, o chicos, curtidos por la vida, desconfiados, autoproclamados ateos o indiferentes a Dios, golpeados, menospreciados, orgullosos o tercos, rencorosos o heridos, libertinos o atados, sin paz o satisfechos decidan arrepentirse de sus caminos y bautizarse?
Sólo Jesús. En un retiro en el campo del Centro Familiar Amigos de Jesús sucedió este milagro.
Días 8 y 9 de octubre de 2016




Comentarios
Publicar un comentario